CONCLUSIONES DEL XI CONGRESO ARGENTINO DE GRADUADOS EN NUTRICIÓN – Ejes temáticos

EJE Seguridad y Soberanía Alimentaria y Nutrición Pública
En pleno ejercicio de su soberanía, los Estados deberían establecer metas nutricionales poblacionales y definir políticas de seguridad alimentaria que aseguren la producción y distribución de alimentos, cuidando que las innovaciones tecnológicas preserven el ambiente, vigilando la sustentabilidad de los recursos naturales, el trabajo y las situaciones sociales concurrentes. A esos fines la postura jurídica, sociológica y filosófica implica que los países deben legislar sobre el conjunto de acciones civiles y laborales tendientes a asegurar la igualdad de oportunidades y asegurar la equidad en el acceso a la educación en pos del empoderamiento social para el pleno ejercicio de sus derechos.

Con ese fin, se requiere diseñar una política alimentaria para el conjunto de la población centrada en el derecho a la alimentación saludable.

Se considera necesario articular la dimensión nutricional en la definición de las políticas alimentarias junto con los paradigmas productivos los cuales se encuentran crecientemente incorporando conceptos y estándares de buenas prácticas alimentarias, de esta forma se considera que podrá garantizarse el derecho a una alimentación saludable de una manera sustentable en la utilización de los recursos productivos.

Los desafíos en pos de una alimentación más saludable en el caso de Argentina, son un aumento progresivo y sostenido en el consumo de hortalizas, frutas, legumbres en un camino hacia una necesaria diversidad alimentaria.

Según OMS varios países de América Latina y el Caribe estarán en el 2020 entre los de mayor prevalencia de obesidad en el mundo junto con las persistentes prevalencias de malnutrición, por lo cual será necesario profundizar el cambio en los paradigmas vigentes en los programas alimentarios, adecuándolos al diagnóstico nutricional derivado de la evidencia científica producida en los últimos años.

En el marco del diseño de una política pública de estas características, los Estados y la industria deben avanzar en el compromiso y acción conjunta del mejoramiento de la calidad de los alimentos. Un espacio posible en el cual concretar la sinergia de la articulación pública y privada es el espacio entre la oferta de la industria alimentaria, la demanda de los consumidores y la definición de necesidades alimentarias poblacionales. En esta intersección deben incluirse todos los actores involucrados en la producción de alimentos, profundizando las políticas orientadas al desarrollo local, la revalorización de la cultura alimentaria regional, a partir del rescate y utilización de alimentos en cada zona de producción particular, los cuales conforman un patrimonio activo y modificable por la acción continua de apropiaciones, intercambios, adaptaciones y nuevas preferencias alimentarias.

Específicamente para la población infantil se propone como estrategia de promoción de hábitos alimentarios saludables aquella centrada en el ámbito escolar, configurándose como un espacio de oportunidad los kioskos saludables acompañados de regulación y articulación entre los actores involucrados.

Las deficiencias nutricionales continúan siendo una problemática prevalente en los países de la región. En la actualidad se dispone de suficiente evidencia sobre la deficiencia de vitamina D en distintos grupos etáreos. Los patrones alimentarios no favorecen la cobertura de los requerimientos de esta vitamina que sólo pueden alcanzarse con el aporte de alimentos fortificados o mediante suplementación. En Latinoamérica la fortificación alimentaria no ha incorporado aún a la vitamina D por lo que se recomienda su adición a alimentos de alto consumo por la población vulnerable y asegurar la suplementación a los grupos de mayor riesgo.

EJE Nutrición Clínica
En relación con la importancia de reducir el riesgo de cáncer colo-rectal se destacó la relevancia de los patrones alimentarios por sobre los nutrientes individuales, como factores tanto protectores como promotores de la patología.

La intervención nutricional juega un rol primordial en el tratamiento de los pacientes con compromiso de la función hepática. Dado que la desnutrición subyace en la mayoría de los pacientes con cirrosis y que el abordaje nutricional es complejo, es esencial identificar precozmente los déficit nutricionales, teniendo presente que ni la selección ni la restricción proteica mejoran el grado de encefalopatía hepática, pudiendo sin embargo empeorar aún más el estado nutricional de estos pacientes.

Contemplando que el aumento de la obesidad mórbida fue del 200% en los últimos 20 años, la demanda de cirugía bariátrica se ha potenciado. El abordaje nutricional de la persona con obesidad severa es un desafío que requiere un abordaje transdisciplinario y capacitación profesional, actualización, extensos tiempos de consulta y paciencia. El propósito de la evaluación prequirúrgica del paciente debe ser informar sobre las características del procedimiento quirúrgico, los riesgos y alternativas, como así también los cambios en los hábitos alimentarios.

En terapia intensiva existen distintas categorías de pacientes que requieren diferentes abordajes nutricionales. Los objetivos del soporte nutricional se resumen en la repleción, mantenimiento y anabolismo. Otros objetivos especiales son la alimentación enteral precoz y la modulación de la respuesta inflamatoria sistémica.

Los adultos mayores representan el sector de población con más rápido crecimiento. Por esta realidad, las organizaciones sanitarias trabajan en el logro de un envejecimiento saludable elaborando recomendaciones dirigidas a mejorar su calidad vida y autonomía.

Actualmente la normatividad basada en la epidemiología rige los preceptos y recomendaciones que pretenden disciplinar los cuerpos mediante los discursos del comportamiento saludable. En el campo de la alimentación y nutrición estos discursos son la base sobre la que se estructura la hegemonía y los procesos medicalizantes. Es necesario dimensionar y revisar las consecuencias éticas y políticas de nuestra praxis profesional, a fin de contribuir en el descubrimiento de aquellas potencialidades de la población que la habiliten a gestionar críticamente las propias condiciones de salud y que constituyan ejes orientadores de las intervenciones en nutrición.

EJE Ejercicio y Formación profesional
En el área de Ejercicio Profesional es importante destacar que debido a los avances técnicos-científicos, cambios sociales, necesidades del mercado, entre otros factores, las Universidades de Argentina, Chile y Uruguay consideraron pertinente realizar modificaciones en la Curricula de la Carrera y el perfil profesional del nutricionista a través de diversas estrategias a fin de garantizar un desempeño oportuno y eficaz en las actividades reservadas al título.

Ante el dinamismo de los cambios en la sociedad y sus demandas se requiere de la capacitación continua que permita a los profesionales responder con conocimiento e idoneidad a las diversas problemáticas. Por ello, desde FAGRAN y a requerimiento del Ministerio de Salud de la Nación, se formó un grupo de Estudio de las Especialidades para definir las correspondientes a los licenciados en Nutrición. El documento se presentó ante el Ministerio en Octubre de 2011.

En el ejercicio profesional se planteó la necesidad de revalorar y exigir prácticas de acuerdo a planteos éticos como así también la aplicación de políticas guiadas por los mismos valores.
El Ministerio de Salud de la Nación propuso realizar una Red Federal de Registro de Profesionales de la Salud, planteando la necesidad de vincular los registros de ejercicio profesional de la nutrición con la información existente de RRHH, y que dicha información sea de acceso público.

Desde ASEUNRA se solicitó al Ministerio de Educación de la Nación, la inclusión de la carrera de licenciatura en nutrición en el art 43 de la ley de educación superior, considerando que las profesiones incluidas en dicho artículo son reguladas por el estado, debido a que su ejercicio puede comprometer el interés público, poniendo en riesgo en modo directo la salud, la seguridad y los derechos de los habitantes.

Acerca de la regulación profesional en las zonas de fronteras, se plantea que la legislación actual de los distintos países es diversa y esto impide el ejercicio profesional sin la reválida de título correspondiente. En cuanto al ejercicio profesional en Brasil, se presentaron nuevas aéreas de desempeño del nutricionista.

Las provincias con colegiación profesional poseen su propia ley. Desde FAGRAN se está gestionando la sanción de la ley nacional de ejercicio profesional que complementara las leyes que rigen en cada provincia, lo que contribuirá a reforzar los derechos de los licenciados en nutrición.

Para el fortalecimiento de los Servicios Institucionales de Alimentación se debe formar redes de trabajo y apoyo entre profesionales, administrativos y operarios.

En los servicios de alimentación, el nutricionista debe estar preparado para la dirección, gestión y conducción de los mismos.

Refiriéndonos a las nuevas tecnologías de comunicación, es muy importante la utilización de estas en el área de la nutrición, ya que constituye un valioso recurso para el profesional porque permite mejorar la capacitación, disminuir barreras geográficas y optimizar tiempos.

Guías Alimentarias para la Población Argentinas
Las guías alimentarias deben ser revisadas cada diez años luego de su elaboración. En el Xº Congreso Argentino (Misiones, 2009) surgió como recomendación iniciar ese proceso, por cuanto en 2010 se cumplía ese plazo. El proceso se inició en Junio 2011, a partir del encuentro nacional realizado en Bs. As.

Las entidades que nos nuclean, tanto académicas como profesionales, han iniciado un proceso de construcción colectiva para la revisión de la Guía alimentaria argentina, con la coordinación del colegio de Nutricionistas de córdoba y la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricioniatas Dietistas (AADyND). Estos organismos han firmado este año el acta acuerdo para la revisión y discusión durante 2012 y se presentó el esquema general que ambas instituciones acordaron para llevar adelante el proceso.